lunes, 7 de julio de 2014

Caluga o Menta (1990)





Estrenada en 1990, fecha clave en la historia contemporánea de Chile por el paso de un gobierno dictatorial a una democracia. Caluga o Menta nos cuenta la historia de un grupo de amigos de un barrio marginal de Santiago. “Olvidados” por la sociedad y empujados a la drogradicción y a la delincuencia.
A medida que avanza la historia podemos ir reconociendo patrones familiares presentes en el chile de esa época, como la pobreza y marginalidad de los grupos sociales, la vida nocturna que se abre recién en ese año despues de casi dos décadas de toque de queda, así como los dramas familiares relacionados a ese ambiente, que aún estan marcados en nuestros días.

La historia sitúa a los personajes en una zona de completo olvido, en un grupo de departamentos grises, patios de tierra, neúmaticos en el suelo, basura. En un lugar completamente indefinido de la ciudad. Tumbados todo el día sin nada que hacer mas que aspirar neopren o tomar alguna que otra cerveza. Deambulan en la noche, robando y drogándose. Esta vida los obliga a buscar más dinero para poder tener algo a que aferrarse y no sentirse tan miserables. Tratos con contrabandistas los llevan a encontrar la muerte, por lo menos de algunos personajes. Donde no se nos muestra que sucede con ellos después. Otra vez el abandono. Algunos se van, para salir del hoyo. Otros desaparecen.

Los jóvenes de los 90', desesperanzados con todo. Inclusive con la democracia y la nueva institucionalidad, no toman en serio las nuevas promesas de cambio. Frases como: “desde que nacimos, estamos olvidados”, o “Tuvieron tanto tiempo, y ahora recién se acuerdan de los locos, ahora que nos volvimos locos”, muestran el descontento, el desgano de una generación si se quiere. Cansada de vivir en una realidad carcelaria y asesina. El shock que desmiembra la esperanza en un futuro, los vuelve inertes, como zombies. Sin preocupaciones porque “Somos privilegiados, no tenemos nada que perder”.

A pesar de esta “depresión” social, los olvidados disfrutan de la belleza del mar. La belleza y la tranquilidad que los aleja del pelaero como dicen ellos, señal unequivoca de su necesidad de esperanza.

Podríamos interpretar esta escena como la necesidad de olvidar el pasado que lastima, que trae a la memoria la miseria que saturó las vidas de los chilenos . La necesidad de continuar construyendo, tapando en cierta manera lo que no se que quiere ver, para seguir soñando y olvidando como nación, como proyecto colectivo constructivista como es el chile de los nuevos tiempos. Aparentemente la alegría demora en llegar, a medida que las generaciones de ese tiempo van envejeciendo y las generaciones siguientes se desarrollan en otro Chile.

A pesar del recambio generacional que esta ocurriendo actualmente en relacion con shock del pasado. Es necesario revisar la memoria para mantener consciente a un país, para aprender de la historia como lo propone esta disciplina, para no cometer los mismos errores. De ahí la importancia de la producción cultural en torno a la historia y la memoria. El arte con su lucidez permite analizar vividamente este período de la historia para afrontar de una manera mas madura como nación el futuro.

Caminando como ciegos por el borde de un abismo, estés donde estés, si estás acuerdate de nosotros”, con esta frase termina el film, quizás hablando de las personas que ya no están y no sabemos donde están, manteniéndolas vivas siempre a través de la memoria.


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